13 mayo 2012

Daniel, un profeta de estos tiempos*De acuerdo a la interpretación de numerosos estudiosos de las profecías bíblicas, los eventos que ocurren en Europa -la ruptura de la Eurozona por la salida próxima de Grecia, resulta el cumplimiento de lo previsto en Daniel 2. Esto obliga a preguntarse ¿de qué trata ese famoso Daniel 2 ?

HISTORIAS & PROFECÍAS

Daniel, un profeta de estos tiempos

De acuerdo a la interpretación de numerosos estudiosos de las profecías bíblicas, los eventos que ocurren en Europa -la ruptura de la Eurozona por la salida próxima de Grecia, segun ya descuenta la calificadora Fitch-, resulta el cumplimiento de lo previsto en Daniel 2. Esto obliga a preguntarse ¿de qué trata ese famoso Daniel 2 ?
La estatua de Daniel 2.




CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). ¿La imposibilidad de construir una Europa única se encontraba en profecías escritas siglos atrás? El tema es del interés de muchos estudiosos hoy día. Ellos citan el caso de la profecía bíblica de Daniel 2, la famosa estatua con cabeza de oro, y pies de barro con hierro.

En Wikipedia hay una mención a esa estatua que fue la que soñó el rey Nabucodonosor e interpretó Daniel:

"Los pies de barro simbolizan, según los preteristas, a los diez reyes de la dinastía seléucida, sin embargo, los dispensacionalistas los interpretan como los diez pueblos, simbolizados por diez dedos, que destruyeron el imperio romano, de los cuales tres desaparecieron (hérulos, vándalos, ostrogodos) y quedaron siete, cumpliendo así la profecía de los cuernas de la bestia que surge del mar en Apocalipsis. Otros, en cambio, interpretan a los pies de barro como la Unión Europea que, entre los círculos escatológicos, se le llama "La Roma revivida" o "La nueva Roma", dando alusión a esta última, y su rol sobre los estudios de "los últimos Tiempos"."

Una pregunta es: ¿existió Nabucodonosor? ¿Fue de carne y hueso el tal Daniel, el profeta?

El relato

El nombre Daniel suele traducirse como "Dios es mi Juez" o "Juicio de Dios". La Enciclopedia Judaica lo interpreta, a la luz de Génesis 30,6, como "Dios es el defensor de mi derecho".

Las únicas referencias a Daniel se encuentran en el libro bíblico que lleva su nombre las cuales pueden complementarse con los datos suministrados, hacia los años 73 a 79, por el historiador judío fariseo Tito Flavio Josefo (estadista y diplomático, uno de los caudillos de la rebelión de los judíos contra los romanos, prisionero y trasladado a Roma, llegó a ser favorito de la familia imperial Flavia), cuya fuente última se ignora. Según estas tradiciones; Daniel pertenecía a una familia noble del Reino de Judá, tal vez emparentada con la realeza.

Según la interpretación de datos aportados por el propio relato autobiográfico de Daniel, cuando él tendría unos 14 años, fue conducido cautivo a Babilonia tras la caída de Jerusalén en 587 a. C.

El rey Nabucodonosor II, según el relato bíblico, ordenó escoger un grupo de jóvenes hebreos para ocupar puestos en la corte. Los elegidos fueron Daniel y 3 jóvenes de su misma tribu: Hananías, Misael y Azarías quienes fueron confiados al cuidado de Aspenaz, jefe de los eunucos.

Los jóvenes fueron introducidos en la cultura mesopotámica, aprendiendo su lengua, su escritura y su tradición literaria motivo por el cual recibieron nombres en lengua acadia tardía, que el texto bíblico los transcribe como Beltsasar o Baltasar para Daniel, y Sadrac, Mesac y Abednego, para los otros 3 jóvenes respectivamente. Fueron alojados en el palacio real, hoy identificado con la zona arqueológica de Kasr, en la margen occidental del Eúfrates.

La tradición judía asegura que estos jóvenes también fueron convertidos en eunucos, pero tal conclusión no se encuentra confirmada.

Daniel y sus compañeros, no obstante residir en la corte, mantuvieron sus prácticas saludables de alimentación revelándose, siempre según el relato de su libro, que este régimen los hacía más saludables que los demás jóvenes que vivían en el palacio. Después de una formación de 3 años, Daniel y sus 3 compañeros, fueron presentados ante Nabucodonosor quien, dice el texto: los halló 10 veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en su reino.

Nabucodonoor

De inmediato, el libro de Daniel contiene el registro de un sueño profético del rey Nabucodonosor, interpretado por Daniel, juntamente con el registro de visiones recibidas por el profeta mismo.

Nabucodonosor el Grande tiene mala prensa en Occidente, a causa de las tradiciones judías por la destrucción de templos en Jerusalén y la conquista de Judá, pero en el Irak contemporáneo, por ejemplo, es glorificado como un líder histórico.

Nabucodonosor fue el hijo mayor y sucesor de Nabopolasar, quien liberó a Babilonia de la dependencia de Asiria y dejó a Nínive en ruinas.

Según el relato de Beroso, sacerdote de Babilonia en el siglo III a. C., quien escribió una Historia de Babilonia, llamada Babiloniaka, Nabucodonosor contrajo matrimonio con Amuhia, la hija de Ciáxares, y así se unieron las dinastías de Medos y Babilonia. Por eso, después de vencer a los Cimerios y Escitas, todas las expediciones de Nabucodonosor estuvieron dirigidas hacia el oeste: el este estaba cubierto.

Neko II, rey de Egipto, obtuvo una victoria ante los Asirios en Megido, asegurándose la posesión de las provincias fenicias del imperio asirio, incluyendo parte de Palestina. Las provincias restantes fueron divididas entre Babilonia y Media.

Nabopolasar estaba decidido en reconquistar de Necao las provincias del oeste de Siria, y envió a su hijo, al mando de un poderoso ejército en dirección al oeste. En la Batalla de Karkemish en el año 605 a. C., el ejército egipcio fue derrotado, y Siria y Fenicia pasaron a dominio de Babilonia.
Nabopolasar murió, y Nabucodonosor regresó a Babilonia para ascender al trono.

Los hechos

En el 2do. año del reinado de Nabucodonosor (así señala el texto bíblico pero, algunas versiones la corrigen como duodécimo año), éste tuvo un sueño que lo dejó hondamente angustiado por lo cual convocó a los expertos en artes adivinatorias para que lo interpretasen. Sin embargo, había una dificultad: el rey había olvidado el sueño.

Ante la impotencia de sus sabios, el rey se irritó y ordenó que los ejecutasen. Daniel, que no había estado presente en la entrevista, fue también arrestado pero, al conocer el problema, habló con Arioc, jefe de la guardia, solicitando un plazo para responder al soberano. La petición fue concedida; entonces Daniel y sus compañeros oraron a Dios pidiendole les revelase el misterio.

Esa noche, en una visión, le fue revelado a Daniel el sueño del monarca y al día siguiente se presentó en la corte con el relato del mismo y su interpretación. Este hecho marcó el engrandecimiento de Daniel, quien fue nombrado gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de los sabios; y los otros 3 jóvenes judíos recibieron importantes cargos en la administración imperial.

Estos hechos, no obstante, sólo cuentan con el testimonio del mismo libro bíblico, pues no existen referencias en la documentación babilónica que ha sobrevivido, ni en ninguna otra fuente externa.

Luego, aunque el libro fue escrito en Babilonia durante el cautiverio y poco después de él, no tenía el propósito de proporcionar una historia del destierro de los judíos ni una biografía de Daniel, ya que parece haber sido compilado con fines específicos.

Desde que el filósofo neoplatónico Porfirio (233 d.C. a 304 d.C.), discípulo de Plotino, realizó los primeros grandes ataques contra la historicidad de Daniel, su texto bíblico ha estado expuesto a continuos embates de los críticos.

Por eso muchísimos eruditos cristianos de hoy consideran que el libro de Daniel es obra de un autor anónimo que vivió en el siglo II a.C., más o menos en el tiempo de la revolución macabea.

La confirmación

Daniel describe algunos acontecimientos que aún hoy no pueden ser verificados por medio de los documentos disponibles.

Uno de esos acontecimientos es la locura de Nabucodonosor, que no se menciona en ningún registro babilónico. Sin embargo, la ausencia de comprobación de una incapacidad temporaria del más grande rey del Imperio Neobabilónico no es un fenómeno extraño en un tiempo cuando los registros reales sólo contenían narraciones dignas de alabanza.

Darío el Medo, cuyo verdadero lugar en la historia no ha sido establecido por fuentes fidedignas ajenas a la Biblia, es también un enigma histórico. Se encuentran insinuaciones en cuanto a su identidad en los escritos de algunos autores griegos y en información fragmentaria de fuentes cuneiformes.

De acuerdo con los historiadores griegos, Nabucodonosor desempeñó un papel insignificante en la historia antigua. Nunca se refirieron a él como a un gran constructor o como el creador de una nueva y más grande Babilonia. Todo lector de las historias clásicas griegas reconocerá que se le concede ese honor a la reina Semíramis.

Sin embargo, los registros cuneiformes de esa época, descubiertos por arqueólogos durante los últimos 100 años, han cambiado enteramente el cuadro presentado por los autores clásicos.

Los nuevos hallazgos arqueológicos han confirmado el relato del libro de Daniel que atribuye a Nabucodonosor la construcción -en verdad, reconstrucción- de "la gran Babilonia".

Se ha descubierto ahora que Semíramis -llamada Sammu-ramat en las inscripciones cuneiformes- era reina madre en Asiria, regente de su hijo menor de edad Adad-nirari III (810 a.C.-782 a. C.), pero nunca fue reina de Babilonia, tal como sí lo afirmaban las fuentes clásicas. Las inscripciones han mostrado que ella no tuvo nada que ver con la construcción de Babilonia.

Por otro lado, numerosas inscripciones de Nabucodonosor que han quedado en las construcciones prueban que él fue el creador de una nueva Babilonia, pues reedificó los palacios, templos y la torre-templo de la ciudad, y añadió nuevos edificios y fortificaciones.

Puesto que esa información se había perdido completamente antes de la época helenística, ningún autor podría tenerla, salvo un neobabilónico. La presencia de tal información en el libro de Daniel es motivo de perplejidad para los eruditos críticos que no creen que el libro de Daniel fue escrito en el siglo VI, sino en el II.

Un ejemplo típico de su dilema lo planteó R. H. Pfeiffer, de la Universidad de Harvard: "Probablemente nunca sabremos cómo supo nuestro autor que la nueva Babilonia era creación de Nabucodonosor... tal como lo han probado las excavaciones" (Introduction to the Old Testament [New York, 1941], pp. 758-759).

El monarca

Luego de dominar Fenicia, y atormentar Egipto, Nabucodonosor se dedicó a adornar la ciudad de Babilonia, construir canales, acueductos y reservas.

Nabucodonosor pareció sentirse más orgulloso por sus obras que por sus victorias en el campo de batalla.

Durante el siglo VII a.C., Babilonia había sido devastada, no sólo a manos de Senaquerib y Asurbanipal, sino también como resultado de rebeliones.

Nabucodonosor, continuando con el trabajo de reconstrucción de su padre, decidió convertir su capital en una de las maravillas del mundo. Antiguos templos fueron restaurados; nuevas edificaciones de increíble magnificencia fueron construidas en honor a los dioses del panteón babilónico, de acuerdo a los relatos de Diodoro de Sicilia, y de Heródoto. Para completar el palacio real comenzado por Nabopolasar, nada fue escatimado, ni "madera de cedro, bronce, oro, plata, piedras preciosas y raras"; un pasaje subterráneo y un puente de piedra conectaban las 2 partes de la ciudad separadas por el río Éufrates; la ciudad se volvió inexpugnable con la construcción de un triple muro.

Las labores de Nabucodonosor no estaban sólo ligadas a la capital; hoy día es acreditado por la restauración del lago de Sippar, la apertura de un puerto en el Golfo Pérsico, y la construcción de la muralla meda entre los ríos Tigris y Éufrates para proteger al país de invasiones del norte. Esas gigantescas obras necesitaron una amplia mano de obra. De las inscripción en el templo de Marduk, se puede inferir que la mayoría de los cautivos traídos desde el oeste de Asia participaron en las labores de construcción.

Sin embargo, tomando en cuenta sus inscripciones y el número de templos construidos o restaurados por Nabucodonosor el Grande, se puede decir que fue un hombre muy devoto y magnánimo, en llamativo contraste con la demostración de crueldad gratuita de la mayoría de los soberanos asirios.

Esa conducta moderada de Nabucodonosor fue el motivo por el que Jerusalén fue perdonada repetidas veces, y finalmente destruida sólo cuando resultó una necesidad política; pero los príncipes rebeldes obtuvieron perdón, y el mismo Sedecías, si se hubiese comportado con menos terquedad, hubiera recibido mayor indulgencia (ver el relato biblico en Jeremías 38:17, 18).

Es más: Nabucodonosor mostró mucha consideración a Jeremías, dejándolo libre de acompañar a los exiliados a Babilonia o de permanecer en Jerusalén, y nombrando a uno de los amigos del profeta, Godolías, como gobernador de Jerusalén; concedió también una libertad semejante a los exiliados judíos (algunos ascendieron a una posición de prominencia en la Corte), y Baruc consideró que era un deber exhortar a sus compañeros para que tuvieran el bienestar de Babilonia en el corazón y para que oraran por su rey.

Nabucodonosor murió en Babilonia entre el 2do. y 6to. mes del año 43 de su reinado.

En Judá

De acuerdo al relato del propio Daniel, él fue llevado a Babilonia en el 1er. cautiverio en el año 605 a. C., durante la 1ra. campaña de Nabucodonosor contra Siria.

Daniel y otros príncipes de sangre real fueron escogidos para ser preparados para el servicio gubernamental.

Los primeros 19 años de la estadía de Daniel en Babilonia fueron los últimos años de la existencia del reino de Judá. La inútil política antibabilónica de los últimos reyes de Judá atrajo catástrofe tras catástrofe sobre la nación judía (recordar que luego del reinado de Salomón, Israel y Judá se dividieron. El reino de Israel, incluyendo Siquem y Samaria, se mantuvo independiente hasta el 586 a.C., cuando fue conquitado por los asirios. El reino de Judá, que incluía a Jerusalén, existió hasta el 586 a. C., cuando fue conquistado por el imperio babilónico).

El rey Joacim, durante cuyo reinado Daniel había sido llevado cautivo, permaneció leal a Babilonia durante algunos años. Sin embargo, más adelante cedió a la política del partido proegipcio de Judá, y se rebeló. Como resultado, el país sufrió invasiones militares; sus ciudadanos perdieron la libertad y fueron llevados al cautiverio, y el rey perdió la vida.

Joaquín, su hijo y sucesor, después de un breve reinado de sólo 3 meses, imitó a su padre y así regresaron los ejércitos babilonios para castigar su deslealtad. Él, junto a miles de los principales ciudadanos de Judá, fue llevado cautivo en el año 597 a. C.

Su sucesor, Sedequías, trató de permanecer leal a Babilonia. Sin embargo, a causa de su debilidad y vacilación, adhirió a las propuestas de Egipto y los sentimientos antibabilónicos de sus principales consejeros.

Entones, Nabucodonosor cansado ya de las repetidas revueltas de Palestina, decidió acabar con el reino de Judá. Durante 2 años y medio los ejércitos de Babilonia asolaron aquella comarca, destruyeron las ciudades, incluso Jerusalén con su templo y sus palacios, y se llevaron cautivos a la mayoría de los habitantes, en el año 586 a. C., incluyendo al rey Sedequías, a quien habían sacado los ojos (2 Reyes 25: 7).

Durante esos años Daniel debe haber conocido la agitación política que había entre los judíos deportados. Nabucodonosor mandó a quemar vivos a algunos de los principales instigadores. Fue esa agitación la que impulsó a Jeremías a enviar una carta a sus compatriotas exiliados en la que los reclamaba llevar una vida sosegada y tranquila en Babilonia (Jeremías 29).

Durante esos años Daniel y sus 3 amigos fueron leales funcionarios del rey. Ellos integraron un grupo selecto llamado "los sabios", los que servían al rey como consejeros. Fue entonces cuando Daniel tuvo la oportunidad de explicar a Nabucodonosor el sueño de los imperios futuros (Daniel 2).

Daniel fue premiado con un cargo que, al parecer retuvo durante muchos años, y le dio la oportunidad de brindar testimonio de su fe ante Nabucodonosor.

Hay quienes especulan conque Daniel perdió ese cargo antes del año 570 a. C. ya que su nombre no se encuentra en el "Almanaque de la Corte y el Estado", escrito en cuneiforme, que contiene la lista de los principales funcionarios del gobierno de Nabucodonosor en ese tiempo. No existen otros "Almanaques de la Corte y el Estado" que sean del tiempo del reinado de Nabucodonosor.

Sin embargo, la ausencia del nombre de Daniel en ese documento no es extraña, ya que se ignora cuánto tiempo permaneció Daniel desempeñando un cargo público. Sólo se registran en el libro de Daniel, 4 acontecimientos principales del reinado de Nabucodonosor, y en 3 de ellos figura Daniel:

> La educación de los príncipes judíos durante los tres primeros años de su reinado, lo que incluye el año ascensional (cap. 1).

> La interpretación del sueño de Nabucodonosor en el 2do. año del reinado del monarca (cap. 2).

> La dedicación de la imagen en la llanura de Dura y la liberación extraordinaria de los amigos de Daniel, en un año no especificado (cap. 3).

> La interpretación del sueño de Nabucodonosor hecha por Daniel, quien anunció que el rey perdería la razón durante 7 años, lo que probablemente ocurrió durante los últimos años del monarca (cap. 4).

No se sabe nada de las actividades de Daniel durante los años cuando Nabucodonosor estuvo incapacitado. Tampoco qué hizo Daniel después de que el rey recobró sus facultades y su trono. Ni su función durante los reinados de los reyes posteriores: Amel-Marduk (Evil- Merodac en la Biblia), Nergal-sar-usur, Labasi-Marduk, y Nabonido.

Sin embargo, él fue un testigo de la decadencia moral y la corrupción del imperio de Nabucodonosor, gobernado por reyes que habían asesinado a sus predecesores.

Los eventos

1. Año 605 antes de Cristo. Nabucodonosor, rey de Babilonia, ataca a Jerusalén. El joven Daniel es llevado cautivo a Babilonia. Datos al respecto se encuentran en 2 Reyes 24, Daniel 1:1-7, Las Crónicas Babilónicas y El Papiro Araméico de Saqqarab.

2. Año 598 a. C. Los babilónicos se arremeten contra el pueblo de Israel por 2da. vez.

3. Año 586 a. C. 3er. ataque de Babilonia contra Jerusalén. El templo edificado por Salomón queda destruido.

4. Año 562 a. C. Nabucodonosor muere.

5 Año 555 a. C. 1er. año del reinado de Belsasar. Daniel recibe la “Visión de las 4 bestias” (Daniel 7). Para aquel entonces, el profeta tiene más o menos 65 años de edad.

6. Año 552 a. C. Daniel recibe la “Visión del carnero y del macho cabrío” (Daniel 8). 3er. año del reinado de Belsasar.

7. Año 550 a. C. Un persa llamado Ciro conquista a un pueblo conocido como “los medos”.

8. Año 539 a. C. Ciro, rey de Persia, conquista al Imperio de Babilonia.

9. Año 538 a. C. El israelita Zorobabel regresa de Babilonia a Jerusalén. Se inicia la reconstrucción del templo en Jerusalén. El libro de Esdras proporciona abundante información sobre este acontecimiento.

10. Año 536 a. C. Daniel recibe la “Visión muy detallada sobre Grecia” (Daniel, los Capítulos del 10 al 12). 3er. año del reinado de Ciro.

11. Para el año 535 a. C., Daniel cuenta con más o menos 85 años de edad. Asumiendo que el conteo para los “70 años” de cautiverio profetizados en Jeremías 25:10-14 comenzara con el año 605, fecha en la que Jerusalén fue atacada por primera vez, terminaría referido período en el año 535.

12. Año 522 a. C. Darío I asciende al trono del Imperio Medo-persa. Daniel recibe la “Visión de las 70 semanas” (Daniel 9). El profeta tendría 98 años de edad.

13. Año 516 a. C. Se acaba la reconstrucción del templo de los judíos en Jerusalén.

Existen al menos 6 lugares diferentes que pretenden poseer la tumba de Daniel:

> Babilonia, en el actual Irak. Este emplazamiento se basa en el Martyrologium Romanum que dedica el día 21/07 a conmemorarlo y declara que fue enterrado en aquella ciudad, en una cripta real.

> Susa‌, Irán. Según una antigua tradición local, compartida por judíos y musulmanes, el profeta fue enterrado en esa ciudad. Testimonios de escritores árabes, sirios y persas desde el siglo VII relatan la historia de ese sepulcro y Benjamín de Tudela (1160) cuenta como era reclamado por los moradores de ambas riberas del río Coaspes (hoy Karkheh, el Ulai de la Biblia) hasta que el shah Shanjar (quizás Sharvaraz ) ordenó colocar el féretro en el centro de un puente que lo cruzaba.

> Kirkuk, Kurdistán iraquí. En la ciudadela de Kirkuk se encuentra también una tumba atribuida a Daniel. El sitio fue originalmente un edificio religioso judío, más tarde una iglesia cristiana y por último una mezquita musulmana. En la misma se encuentran 4 tumbas que, se dice, pertenecen a Daniel y sus 3 amigos.

> Samarcanda, Uzbekistán. Según una leyenda local, el conquistador Tamerlán, intentaba conquistar, sin éxito, Siria o, según otras versiones La Meca, hasta que uno de sus consejeros le aseguró que sus derrotas eran provocadas por la presencia, en ese territorio, de la tumba de Daniel. En una acción militar, Tamerlán logró apoderarse del cuerpo, y lo trasladó hasta sus dominios del Asia Central.

> Muqdadiyah, Irak. En el año 2007, después de un bombardeo en el pueblo de Al Wajihiya, cerca de Muqdadiyah algunas fuentes mencionaron la presencia de la tumba de Daniel como un objetivo de los grupos insurgentes locales. La tumba, situada en el Gobierno de Diyala, fue atacada y dañada, incluyendo su domo de color verde.

> Mala Amir, Kurdistán iraní.La Enciclopedia Judía señala la tumba de Daniel a 5 días de marcha de Dizful, cerca de Mala Amir.

El idioma

Al igual que Esdras, una parte del libro de Daniel fue escrita en hebreo y otra parte en arameo.
En el caso de Esdras, se ha explicado que el autor tomó documentos arameos, acompañados con sus descripciones históricas, y los incorporó a su libro, que fuera de esos pasajes estaba escrito en hebreo.

Pero tal interpretación no se acomoda con el libro de Daniel, donde la sección aramea comienza con el cap. 2: 4 y termina con el último versículo del cap. 7.

Entre los Rollos del Mar Muerto, hay varios fragmentos de Daniel que provienen del siglo II a. C. Por lo menos 2 de ellos contienen la sección del capítulo 2 donde se hace el cambio del hebreo al arameo y muestran claramente el carácter bilingüe del libro.

Los judíos no colocan al libro de Daniel entre los Nevi'im o Profetas sino entre los Escritos o Ketuvim, lo que parece dar a entender que la colección de libros proféticos ya estaba completa y cerrada cuando se escribió Daniel. En la Biblia hebrea se ubica en una situación muy extraña para un Profeta Mayor: entre Ester y Esdras.

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Dinámica de la historia de la Civilización y Daniel 2.

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Un texto sobre el capítulo 2 del libro de Daniel, del profesor Alberto R. Treiyer, de quien ya se han publicado algunos textos, que provocaron alguna polémica entre los lectores:

Del paralelismo inegable de las profecías de Dan 2 y 7 se puede afirmar que los cuatro imperios conocidos como mundiales allí profetizados comenzarían con Babilonia. El hecho de que Daniel le dijera a Nabucodonosor, “tú eres esa cabeza de oro” (Dan 2:38), no niega el hecho de que la cabeza era su reino (v. 37), el de Babilonia. Así también, el hecho de que la profecía de Dan 7 se refiera a esos reinos, además, por la referencia de “cuatro reyes” (Dan 7:17), no niega en lo más mínimo el hecho de que se trató de reinos reconocidos en la historia como universales (v. 23).

Si el primero de esos imperios universales es el de Babilonia, el segundo debía ser el de Medo-Persia, y el tercero de Grecia, según lo entendió más tarde Daniel mismo (Dan 8:20-21). ¿Podía tratarse el cuarto reino de un rey griego como lo fue Antíoco Epífanes, uno entre más de 20 que reinaron en la dinastía seléucida? ¿Dónde colocamos, entonces, los cuatro cuernos que salen del reino de Grecia? (Dan 8:22; véase 7:6). El cuarto reino, por consiguiente, no podía ser otro que el de Roma, el último de los imperios universales que conoció la historia, y que persistió a través de los siglos en sus diferentes fases, imperial y papal. (Católico significa universal, un término entre tantos otros que la Iglesia de Roma heredó del imperio).

Los diez cuernos o reinos, asì, tampoco podían corresponder a uno de esos cuatro reinos que salieron de Grecia, sino a otro imperio posterior y del que iban a salir no solamente un cuerno de comienzos pequeños, sino también diez cuernos entre ellos. Esto se cumplió admirablemente en la historia con la invasión de los reinos bárbaros y el surgimiento del papado romano en medio de ellos. Por su cumplimiento histórico y la respuesta a quienes en tiempos modernos han querido negar su cumplimiento, véase A. R. Treiyer, The Seals and the Trumpets. Biblical and Historical Studies (Remnant Publications, Michigan, 2005), excursus 1 (lo recibiré de la imprenta al terminar el año).(u24)
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