Comienza el espacio llamado: “seguimos ganando amigos”. O aprovecho la libertad para ir contra la corriente, para provocar. No tengo nada profesional contra Roger Waters. Soy un ignorante musical y por lo tanto escucho lo que dicen los que saben y respeto. Todos coinciden en que Roger Waters es un hombre talentoso, que Pink Floyd fue una de los grandes grupos de todos los tiempos y que el espectáculo de River es asombroso y deslumbrante desde lo artístico y lo técnico. No va por ahí mi molestia.
El amigo Rogelio Aguas se ha convertido en mi caso, en la gota que desbordó el vaso de mi paciencia con los millonarios que para lavar sus culpas trabajan de pobres y revolucionarios. ¿Se entiende? Ni siquiera me molesta que Rogelio se lleve el 90% de la recaudación ni el 80% de lo que aportan los auspiciantes. Si se lo pagan es porque lo vale. Nadie regala nada. Pero me satura ese
El amigo Rogelio Aguas se ha convertido en mi caso, en la gota que desbordó el vaso de mi paciencia con los millonarios que para lavar sus culpas trabajan de pobres y revolucionarios. ¿Se entiende? Ni siquiera me molesta que Rogelio se lleve el 90% de la recaudación ni el 80% de lo que aportan los auspiciantes. Si se lo pagan es porque lo vale. Nadie regala nada. Pero me satura ese