La declaración brindada por Verónica Vanesa Bustos hundió más a los proxenetas riojanos acusados de explotar sexualmente y mantener en cautiverio a María de los Ángeles Verón, porque sirvió para ratificar su presencia en los prostíbulos que ellos regenteaban y comprometer aún más su situación procesal, después que otras victimas de la trata denunciaran los duros y aberrantes condiciones a los cuales eran sometidas.
Al igual sucede cada vez que se presenta un testigo