El gasto público llegó a su récord de los últimos 50 años

El gasto público llegó a su récord de los últimos 50 años

Entre Nación y provincias, las erogaciones sumaron $239.000 millones, que equivale al 30% del PBI. Superó largamente los promedios desde la década del 60



En un contexto de importantes presiones inflacionarias, el gasto primario consolidado alcanzó en 2007 su nivel récord del último medio siglo, una cifra cercana al 30% del Producto Bruto Interno (PBI). Así lo señala un informe de Perspectivas Económicas (PE), para quien el gasto de 2007 supera largamente el promedio de la década del 60 y el 70. Y, pese a la diferencia en los ciclos y políticas económicas, los 80 y 90 tienen resultados casi similares.Las erogaciones públicas sumaron cerca de $239.000 millones, si se contabiliza la administración pública nacional, las empresas públicas, los fondos fiduciarios y otros rubros.La cifra del ahorro primario, dice el informe, fue menor que el superávit logrado entre 2004 y 2006, a pesar que la reforma previsional aportó $7.814 millones por los afiliados de las AFJP traspasados al Estado.El Ministerio de Economía informó que su superávit fiscal fue de 3,2% del Producto Bruto Interno en 2007, con un aumento del gasto cercano al 50%. Según dijo, este superávit es "una señal de sustentabilidad fiscal de largo plazo, reduce la deuda pública y contribuye a sostener el tipo de cambio competitivo".Para el director de PE, Luis Secco, "2008 es el año indicado para resolver cuestiones fiscales porque en el próximo año las necesidades financieras del país se duplicarán". Una actitud prudente, afirmó, sería que el gasto no creciera "más que el aumento real de precios, que ronda el 20% anual".Prevenciones Un analista de la consultora, Martín Apaz, dijo a un matutino que el problema de haber llegado a este porcentaje de gasto del PBI es que "cada vez que se toca un techo, llegan los ajustes porque las erogaciones se vuelven imposibles de financiar".Ese fenómeno de gasto público, recordó Apaz, había ocurrido anteriormente en dos circunstancias violentas: el Rodrigazo (1975) y la salida de la Convertibilidad (a fines de 2001). Según Apaz, aunque ahora las arcas fiscales tienen un nivel récord, "existe una situación endeble: si se complica la situación, las erogaciones no serán fáciles de ajustar en términos de salarios, jubilaciones y subsidios".La economista Marina Dal Poggetto, de Bein & Asociados, aseguró que el alto nivel de gasto "exigirá un superávit alto para mantener el tipo de cambio y financiar parte del pago de deuda, en un contexto donde está cerrado el mercado externo". Sobre la reciente moratoria para quienes les falten requisitos para jubilarse, Dal Poggetto no cuestiona que haya más jubilados, sino cómo se implementó la medida: "Sólo se benefició la gente de ingresos medios y altos, pero no la de ingresos bajos". Además, afirmó que gran parte de la recaudación está basada en altos "precios de materias primas que parecen poco sustentable" a mediano plazo. Esto genera dudas sobre la consistencia del ahorro primario en los próximos años, cuando las necesidades financieras crecerán por la reestructuración de deuda hecha en 2005.Por otro lado, los especialistas advierten que el gasto de capital creció menos que otros rubros, aunque las necesidades de infraestructura e inversión de largo plazo son altas, en una economía que crece al 9% anual.Aumentar la eficiencia En este contexto, el director de políticas del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), aseguró que "la única manera genuina de subir el gasto público es aumentar su eficiencia".Sobre esto, ejemplificó que "pese al aumento del gasto determinado por ley, en el sector educativo los resultados empeoraron en términos internacionales".También, remarcó que se usan mal los subsidios al transporte público: "Pese a las subvenciones, la calidad del servicio es muy mala y, por el dinero que aporta el Estado, la administración de las empresas casi dejó de estar en manos de los operadores".