Pero estoy seguro de que si te diagnosticaran cancer, y te dijeran que el mejor tratamiento y el lugar ideal fueran ir caminando hasta Nepal, beber dos cucharadas diarias de jugo de mapache tailandes exprimido y masticar heces de tortuga hawaiana criada sin caparazón, harías todo por seguir al pié de la letra lo que creas mejor para seguir con vida.
El viaje de Timerman hasta puede verse como un privilegio discriminatorio si lo comparamos con otros ciudadanos que vivan una situacion similar, sin posibilidades de buscar sanarse si no fuera al hospital público, que puede ser excelente, pero le quita el componente 'poder buscar lo que creo mejor', fundamental para cargar la mochila de la esperanza y la 'Fé' con la 'seguridad' de que 'ese es el lugar'.
Deberíamos comenzar a ejercer nuestra 'parte buena'. Deberíamos privilegiar 'lo Cristiano' -más allá de las religiones- que hay en nosotros, hacer a un lado esa despreciable imagen de corrupto y traidor que muchos tenemos de Timerman, y hacer el esfuerzo de ver a un hombre que lucha por su vida.
Y rogar a Dios que se cure, que sane su dolencia.
Y después, ya sano, que se pudra en la cárcel.
Pero primero, lo primero. //Daniel Grasso//
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