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**Mía Mallia es una nena de Malaver, Moreno, con síndrome de Down y graves afecciones respiratorias que tiene un año y diez meses. Se robó el corazón de todo el barrio, que la ayuda y difunde la campaña para que reciba del Estado y de su obra social lo necesario para vivir mejor. Y aunque los esfuerzos de los amigos y la familia son grandes, las necesidades resultan muchas y no llegan a cubrirse.
**Mía Mallia es una nena de Malaver, Moreno, con síndrome de Down y graves afecciones respiratorias que tiene un año y diez meses. Se robó el corazón de todo el barrio, que la ayuda y difunde la campaña para que reciba del Estado y de su obra social lo necesario para vivir mejor. Y aunque los esfuerzos de los amigos y la familia son grandes, las necesidades resultan muchas y no llegan a cubrirse.
“No queremos tener que salir a pedirle plata a la gente. Queremos que se respeten los derechos de nuestra hija y que se le entregue la pensión que corresponde”, remarca Cintia Alvarado, su mamá, quien luego de golpear todas las puertas decidió hacer público el caso ante la falta de respuesta
.
La menor sufre de displasia pulmonar, hiperflujo, hipertensión pulmonar, una cardiopatía (CIA), status epiléptico, hipotiroidismo y trastorno deglutorio. Por eso requiere de oxígeno y alimentación por sonda las 24 horas. “No come, no camina, no se sienta, no sostiene la cabeza”, cuenta la madre.
La casa de la familia Mallía en Malaver no cumple con las condiciones que ella necesita para su internación domiciliaria. “El intendente Walter Festa nos había prometido un subsidio para arreglarla, pero nos mandaron cuatro chapas y cuatro tirantes para hacer la pieza de la nena, dos leches y $3.000 para un medicamento que salía el doble”, afirma Alvarado.
El papá de la nena estaba desocupado y no contaba con obra social, y por eso le dieron un trabajo en el Municipio. Sin embargo, no alcanza para cubrir todas las necesidades de la nena. “Para ponerle en la cara nos dan una cinta que parece para pegar cables, cuando ella necesita Tegaderm y hasta nos quieren recortar la cantidad de oxígeno”, señala su madre.
Como con el sueldo del papá no llegan a fin de mes, y más teniendo en cuenta los plazos en que están cobrando los empleados municipales, Cintia sale a limpiar casas, hace tratamientos faciales y vende sorrentinos. “La gente es la que nos ayuda, sino no podríamos salir adelante”, señala.
Por la delicada situación de la nena incluso su hermano Ramiro, de tres años, tuvo que dejar el jardín para evitar contagiarla de alguna enfermedad. “El nene también absorbe mucho todo el tema de las internaciones. Ahora que Mía está un poco mejor que el año pasado, vamos a ver si puede volver al jardín”, explica su madre.
Según averiguaron los padres en Nación, el trámite de la pensión de Mía está trabado en la Secretaría de Salud municipal y por esto reclaman que se revea su situación. Desde la Comuna respondieron: “Como el padre es empleado municipal, no se le puede otorgar un subsidio. En cuanto a la pensión, el Municipio sólo realiza el censo económico-social. Lo hizo y el resto se tramita en la dependencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que quedó paralizado porque el Ministerio la cerró”.
Para ayudar
Mía Mallía es el usuario de Facebook para contactarse con la familia.
*** * ***
https://www.clarin.com/…/lucha-familia-salga-adelante_0_HyM…
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