CANDIDATURA EN PUERTA
Lo que trascendió hace solo algunas horas es que Scioli mandó a medir la imagen de su mujer, Karina Rabolini, para acompañar a Massa en una potencial fórmula provincial y garantizarse -como buen alumno de Néstor Kirchner- la imposibilidad de traiciones futuras, con el uso de su apellido y su propia familia anclada en los ejes de poder.
Obviamente, su nombre ya suena, puertas adentro de la gobernación, como una fija para las legislativas del año entrante.
Vale recordar que la mujer de Scioli dirige la fundación Banco Provincia que hace beneficencia con fondos públicos, hecho por demás importante, ya que, dentro del sciolismo, la consideran como una mujer “con territorio a cuestas”.
PASIONES
Detrás de su perfil protocolar, la imagen de Karina Rabolini ofrece innumerables anécdotas. Con una figura envidiable, unas piernas sensualmente largas y cuarentitantos años a cuestas, sufre por no tener hijos y ha aceptado a una hija extramatrimonial de su esposo.
Hoy, luego de muchas peleas, está en pareja con el gobernador Daniel Scioli, de quien se enamoró hace más de veinte años, cuando él era un motonauta heredero de una casa de electrodomésticos, y la familia de Karinano aceptaba el noviazgo.
Desde 2007, la pareja se pasea entre la residencia oficial, en La Plata, y el caserón que se construyeron junto al río, en Villa La Ñata, en el Tigre. No es un dato menor que ambos reconozcan a este último, justamente los pagos deMassa, como su “lugar en el mundo”.
Actualmente las ocupaciones de Karina están repartidas. Por un lado, con la promoción de los productos de belleza que llevan su nombre; por otro, con la presidencia de la fundación Banco Provincia, un cargo que olvidó una deuda millonaria que tuvo con el banco y que le permite viajar por los municipios llevando regalos, haciendo beneficencia con un presupuesto anual de 8 millones de pesos. Al momento, su rol en el mundo de la política se limita a eso, a dar en nombre de su esposo.
Adicta al cine casero, de costoso vestir y admiradora del estilo de la princesaCarolina de Mónaco, sus diseñadores favoritos son Prada y Bottega Venetta, y siempre lleva, en el auto de su custodia oficial, un perchero con un trajecito de recambio. Solo por las dudas.
UNA RELACIÓN ZIGZAGUEANTE
Su relación con Scioli tuvo varias rupturas (se casaron y se divorciaron) y momentos muy trágicos. El más famoso fue el episodio de la hija extramatrimonial.
Karina contó que se enteró una tarde de 1994 viendo televisión. Allí se informaba que Scioli tenía una hija, Lorena, a la que no reconocía. La había tenido a los 19 años con una novia ocasional. La chica ya era grande y la Justicia le ordenó al padre reconocerla.
A pesar de todo, la vida de hoy es más plácida. Karina trabaja con ella en la fundación del Banco Provincia.
LA INCOBRABLE
Con respecto a los negocios, no han sido tan buenos como ella pretende mostrar. En la década del 80 fundó una empresa de ropa interior, pero la década menemista la empujó a la quiebra. Un dato curioso, ya que fue Carlos Menem el que transformó a su marido de motonauta en político.
En 1997, Rabolini llegó a pedir un préstamo de 700 mil dólares al Banco de la provincia de Buenos Aires, pero ni así pudo evitar el remate de su fábrica. Más aún: ese préstamo fue creciendo y acabó siendo declarada deudora categoría 5 (incobrable).Cuando en 2007 Scioli fue electo gobernador, Karina, que había vuelto con él luego de una larga ruptura, anunció la cancelación de su vieja deuda. Hasta ahora nadie vio las pruebas.
Desde 2008, con nuevos socios y nuevos nombres (como Virgin y TVG),Karina Rabolini recicló sus negocios en otros, de venta por catálogo de productos de cosmética. Allí las cosas parecen irle mejor y viaja seguido a las provincias, donde tiene a sus principales clientes.
Dicho sea de paso, hace solo algunos meses protagonizó un escándalo queScioli logró contener: habría usado el avión de la gobernación para ir a entregar cosméticos a Misiones. Dicen que no sería la primera vez.
En fin, lo que se dice, una actual primera dama y seguramente futura candidata con un fuerte perfil propio. (www.REALPOLITIK.com.ar)
Con respecto a los negocios, no han sido tan buenos como ella pretende mostrar. En la década del 80 fundó una empresa de ropa interior, pero la década menemista la empujó a la quiebra. Un dato curioso, ya que fue Carlos Menem el que transformó a su marido de motonauta en político.
En 1997, Rabolini llegó a pedir un préstamo de 700 mil dólares al Banco de la provincia de Buenos Aires, pero ni así pudo evitar el remate de su fábrica. Más aún: ese préstamo fue creciendo y acabó siendo declarada deudora categoría 5 (incobrable).Cuando en 2007 Scioli fue electo gobernador, Karina, que había vuelto con él luego de una larga ruptura, anunció la cancelación de su vieja deuda. Hasta ahora nadie vio las pruebas.
Desde 2008, con nuevos socios y nuevos nombres (como Virgin y TVG),Karina Rabolini recicló sus negocios en otros, de venta por catálogo de productos de cosmética. Allí las cosas parecen irle mejor y viaja seguido a las provincias, donde tiene a sus principales clientes.
Dicho sea de paso, hace solo algunos meses protagonizó un escándalo queScioli logró contener: habría usado el avión de la gobernación para ir a entregar cosméticos a Misiones. Dicen que no sería la primera vez.
En fin, lo que se dice, una actual primera dama y seguramente futura candidata con un fuerte perfil propio. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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